viernes, 5 de marzo de 2010

Cuarto Ensayo SC #11

Están los que usan siempre la misma ropa, los que llevan amuletos, los que hacen promesas, los que imploran mirando al cielo y los que creen en supersticiones. Pero también, están los que siguen corriendo aunque les tiemblen las piernas, los que siguen jugando cuando se les acaba el aire, los que siguen luchando cuando todo parece perdido; como si cada vez, fuera la última vez, convencidos de que la vida es un desafío. Estos sufren, pero no se quejan. Porque saben que el dolor pasa, que el sudor se seca y que el cansancio se termina.

A estos últimos, podemos reunirlos y ponerles un nombre: Sancocho Cristiano. Porque para ser diferente, hay que tener clara la meta y el llamado de Dios para con nuestra vida. El Sancocho y la obra ¿Que tú hiciste qué?, son sin lugar a dudas, diferentes. Diferentes al componer un puente de paz por donde el plan de Dios, llega a la vida de un sector que lamentablemente nuestra sociedad a descuidado; los ciegos. ¿Que tú hiciste qué?, es un reto que nos ha permitido a cada uno de los que colaboramos, encontrar una nueva razón para recordar que cuando confiamos en El, todo es posible y que Su poder se perfecciona en nuestra debilidad.

En este último ensayo, todos recibimos una descarga teatral por parte de Jorge Cádiz. ¿Que quién es este individuo? No pregunten, solo creanme, los va a poner a sudar con tan solo mirarlos. Y cuando digo sudar, lo digo en serio. Sino me creen, el día de la obra, pregúntenle a Meylin como la hizo repetir unas líneas hasta que la pobre se quedó casi sin voz. Pero la verdad es que valió la pena, porque como él mismo decía, el progreso fue tal, que nos permitía cerras los ojos y vivir una experiencia extraordinaria con solo escuchar a Meylin narrar. No puedo obviar la siempre extraordinaria labor de Lula. Una mujer con dedicación, pasión y unción en lo que hace. Y todo esto lo transmite cuando habla y explica lo que espera de nostros; ella sabe lo que hace y para quién lo hace.

Ok, esto que escribiré a continuación, me toca bien de cerca. Porque en el ensayo, cuando llegó el momento de practicar la escena donde mi personaje se encuentra con su amor platónico (representado por Maylei), mi presión alterial se descontroló. Mi corazón comenzó a latir a mil revoluciones. ¿Que si era por el personaje de Maylei? ¡NO! ¡Porque sabía que Jorge Cádiz nos iba a poner a gozar con sus instrucciones y repeticiones, hasta sentir un calor extremo! Quiero confesarles que no me equivoqué, sudé más que en un paseo en guagua pública.

No puedo dar mucho detalle de la trama, pero si les puedo decir y garantizar, que no van a extrañar el ver la obra. Porque con solo escucharla, se transportarán a una experiencia única y perfecta. Y todo se lo debemos a los momentos de calor por los que nos están haciendo pasar. Momentos donde tenemos que parir lo que no nos sale, pero que compone un papel esencial en la trama, y nos acercan más a poder cumplir la voluntad santa y perfecta de Dios para con este novel proyecto.

Puedo resumir la experiencia de este ensayo con la palabra: “RETO”. Eso mismo recibió Carlitos mientras desarrollaba una de sus líneas. Le pasó igual que a Meylín, bueno, igual que a todos nosotros. Yo creo que la repitió tanto, que hoy se levanta a media noche diciendo: “deja a los hombres bregar con esto, ok?” Si quieres saber de que se trata esa línea, te invito a la obra, solo tienes que separar tu espacio, es gratis.

Ahora si, me despido. No sin antes expresar que Dios es tan hermoso, santo y bueno. Solamente por Él es que podemos ser del equipo de los que siguen corriendo aunque les tiemblen las piernas, de los que siguen jugando cuando se les acaba el aire, de los que siguen luchando cuando todo parece perdido; como si cada vez, fuera la última vez, convencidos de que la vida es un desafío. De los que sufren, pero no se quejan. Porque saben que el dolor pasa, que el sudor se seca y que el cansancio se termina. Seguiremos caminando en Fe, conscientes de que Aquel que ha comenzado esta buena obra, la terminará para bendecir tu vida como ya lo está haciendo con la nuestra.

Mis saludos,

E

2 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias a Dios porque nos da fuerza y nos motiva!

gabichuela dijo...

Gracias Ema por recordarnos nuestras raíces. Son principios que en el Sancocho no debemos olvidar. La consistencia, la fe y el amor son nuestros motores. Tus palabras nos vuelven a encarrilar y a inspirar. Estamos corriendo, jugando y luchando junto a ustedes. Paz y buen camino...gabi