Llegó el lunes 22 de febrero. Después de varios intentos fallidos para ensayar y textos de Tito recordándonos la importancia de llegar temprano, estuvimos en el primer ensayo de ¿Que tú hiciste qué?. Unos presentábamos a otros y los menos tímidos se presentaban solos. Llegó quien nos va a dirigir: Lula. Hipnotizándonos con su pasión por enseñar –que se le sale por los poros- comenzó explicándonos los pasos a seguir para la asignación de los personajes ¿el primero? lectura de mesa. Este ejercicio consistió en una asignación preliminar de personajes para que juntos leyéramos el libreto. De esta manera ella tuvo la información necesaria para asignarnos permanentemente el personaje que interpretaremos. Al principio estuvimos un poco tímidos hasta que Emmanuel Pérez y Jonathan hicieron que todos entráramos en confianza. No desaprovecharon una oportunidad para hacer un comentario…bueno, para hacer un “mini stand up comedy” haciéndonos ver que la respuesta a la pregunta de la noche -¿ellos no paran?- es ¡no!. Así entre las “paveras”, las sugerencias de Lula y las donitas de Dunkin que trajo Aleris empezamos el proceso de asignación de personajes, de conocernos y de familiarizarnos con el libreto. Pasadas las horas salimos con la tarea de darle vida a nuestro personaje imaginando su edad, su carácter, gustos, preferencias y experiencias de vida.
Este ensayo no solo fue para los comités de teatro y de utilería un primer paso sino fue un gran paso. Bajo la dirección de Lula los personajes fueron asignados, pues de manera muy acertada utilizó nuestro timbre de voz, dicción y entonación para lograrlo. Además, obtuvimos nuevos conocimientos teatrales pues aprovechó cada momento para enseñarnos. Finalmente, contamos hoy con una noción más clara de lo que debe ser esta obra pues a través de todo el ensayo Lula alimentó nuestra imaginación. Sugirió olores, frases nuevas, sonidos, entonaciones y otras tantas cosas que harán de esta obra una experiencia única, tanto para los que colaboramos en ella como para los que vayan a apreciarla.
Una vez terminado el ensayo y en total confianza, entendimos que para el grupo de jóvenes Llama2 esta es una experiencia muy enriquecedora. No solo por ser una experiencia nueva mediante la cual adquirimos nuevos conocimientos y nos acercamos a gente nueva y buena, sino porque nos permite crecer como cristianos y como seres humanos. El hecho de servir a la comunidad ciega provocará que se regeneren en nosotros aspectos de Cristo que l@s puertorriqueñ@s tanto menospreciamos: la empatía y la gratitud. Lamentablemente por estar nosotr@s demasiado ensimismad@s olvidamos identificarnos con las necesidades de los que nos rodean y con agradecerle a nuestro Creador aquello que sentimos un derecho y no un privilegio. Sé que de esta forma ¿Qué tú hiciste qué? dejará marcas en el carácter de tod@s l@s que de alguna manera se vinculen a este proyecto.
- Meylín
